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En memoria de nuestra querida compañera Cristina Noemi Ghiringhelli, nos gustaría recordar su paso por la Escuela de Haiku Makoto EDHM en el año 2017 y que, tras una larga enfermedad nos dejó el 10 de septiembre de este año.

Recordamos la implicación que sentía por el haiku que en momentos tan delicados y duros pedía ayuda a los compañeros para no perder el curso. Benito Bolívar, que también cursaba en la Escuela Makoto en ese momento, con toda la generosidad de su corazón, transcribió el trabajo de Cristina tal como ella le iba dictando, ejercicio tras ejercicio hasta completar la tarea requerida.

Estamos sumamente agradecidos a Benito cuyo esfuerzo, amabilidad y bondad hicieron posible que Cristina fuera completando los ejercicios del curso aún con los obstáculos de su salud.

Desde aquí, queremos rendir homenaje a esta mujer luchadora, que no dio su brazo a torcer en ningún momento. La recordamos con cariño con algunos de sus haikus trabajados en el curso de la Escuela de haiku Makoto-.



Ramitas y plumas

en la orqueta de un timbó.

Mañana invernal.



*



Tarde estival.

Un abejorro con polen

en la pasionaria.



*



Tiembla la hoja.

Sobre la piedra

una ranita.



*



En los charquitos,

al pie del bebedero,

los gorriones.



*



A los rosales

va llegando una hilera

de hormigas.



*



Al mediodía,

una abeja rondando

los fosforitos



*



Puaj… ¡qué asco!...

una hormiga culona frita.

Olor a jazmines.



*



Llovizna…

y cantan los zorzales.

Olor a café.



*



En la calma noche

tic, tac, tic, tac.

Canta el benteveo.



*



Ramitas y plumas

en la orqueta de un timbó.

Mañana invernal.



*



Un ciego lee

bajo la glorieta

de madreselva.



*



Un niño dice

la lombriz pincha

por la panza.



*



En la boca del perro

la cola de un ratón.

Rosales florecidos.



*



Huella serrana;

con cada paso el aire

huele a menta.




Cristina siempre estará presente en el corazón del camino del Haiku-dô.

Hasta siempre querida compañera, gracias por todo.